Todas las mujeres que han sido nombradas como “Princesa de Gales” tienen similitudes

¿Quién fue la primera Princesa de Gales? No fue Kate Middleton. Tampoco, Diana. Entonces, ¿fue la abuela de la reina Isabel? No, ya que ese título data desde hace mucho tiempo. Conoce qui´nes representaron a la realeza de esta forma. Advertencia: aunque fueron mujeres extraordinarias, la historia que las rodea no fue tan bonita como lo imaginas.

Una breve explicación sobre el título

Desde siempre, la esposa del heredero al trono británico ha sido reconocida como la 'Princesa de Gales', o 'Tywysoges Cymru'. Es una tradición, porque las leyes de sucesión siempre han señalado que al Rey solo lo puede sustituir un hombre. Sin embargó, en 2013 esto cambió. Así que es posible que algún día la Princesa de Gales que no venga precisamente con un príncipe

Volver a los años 1300

No obstante, verás que muchas de estas mujeres fueron realmente misteriosas. De hecho, algunas ni siquiera pensaban en llegar hasta ahí porque su relación con la nobleza era nula. Aun así, lograron ganarse el amor y el respeto de toda la población. Esta lista comienza en el siglo XIV, cuando el rey Edward I conquistó Gales, convirtiéndola en parte de Gran Bretaña.

1. Joan de Kent

Fue la esposa de Edward, Príncipe de Gales, conocido como “el Príncipe Negro” y descendiente de Edward I. Para convertirla en su esposa tuvo que atravesar un largo camino, ya que anteriormente la joven estuvo casada en secreto con otro hombre. A pesar de esto, se unieron en matrimonio y, tan pronto como pudieron, tuvieron dos hijos.

Madre del rey

Las desgracias llegaron una tras otra. El primer hijo falleció y Richard, el segundo, sería quien obtuviera la corona. Luego, poco después, murió su esposo y lo mismo pasó con su suegro, el rey Edward III. De esta forma, Richard se convirtió en rey con tan solo 10 años. Joan no lo dejó solo, dedicó su vida a mantenerlo a salvo hasta su edad adulta. Murió con 58 años.

2. Anne Neville

Desde su infancia estuvo prometida a Richard. Sin embargo, las alianzas cambiaron y se casó con Edward de Westminster, Príncipe de Gales. Con él todo resultó ser efímero, porque murió en batalla (o posiblemente asesinado) un año después del matrimonio. Después, pasó a ser conocida como la esposa de uno de los monarcas más infames de la historia, el rey Richard III.

Damisela en apuros

Desde que su primer esposo murió estuvo en problemas. La historia sugiere que su hermana Isabel la traicionó cuando, al recibirla en su casa, le dio ropa de sirviente para someterla a trabajos duros. Esto cambió cuando Richard la conoció y la salvó.

Un ascenso sospechoso al poder

Cuando se casaron, en 1472, ella tenía 15 años y él 19. Tras el caos que causaron los presuntos asesinatos de los Príncipes en la Torre, se convirtieron en reyes de Inglaterra. Claro que pensó que su suerte cambiaría. No fue del todo así. El único hijo que pudo tener, Edward de Middleham, murió joven. De hecho, dicen que sufrió varios abortos espontáneos.

La princesa más desafortunada

¿Otros hijos? Le fue imposible quedar embarazada, así que los rumores señalaban que Richard se quería divorciar para casarse con su sobrina, Elizabeth de York. A pesar de esto, lo único que los pudo separar fue la muerte. Anne falleció con 28 años. ¿Motivo del deceso? Aunque, muchos pensaron que su esposo la envenenó, los historiadores aseguran que fue por tuberculosis. 

3. Catherine de Aragón

El historial de esposas de Henry VIII fue bastante llamativo. Y es que en realidad, su vida y matrimonios fueron muy complicados. Catherine fue la primera mujer de la que se divorció. Originalmente, ella se casó con Arthur, príncipe de Gales y hermano de Henry. Pero, el título no lo disfrutó por mucho tiempo.

Ella tenía un trabajo importante

Su esposo falleció al poco tiempo de casarse y, con tan solo 16 años, pasó a ser una viuda joven y un valioso peón político. Por esto, llegó su segunda boda. Esta vez, sí fue con Henry, quien se acaba de convertir en el rey Henry VIII. ¿Su trabajo? Tener herederos sobrevivientes.

Reina de la batalla

Sin embargo, Catherine tenía otros intereses. El Campo de batalla le atraía. Por ejemplo, llegó a recibir el cuerpo embalsamado del rey James IV de Escocia, luego de que este muriera en un enfrentamiento. ¿La respuesta? Se quitó el abrigo manchado de sangre y se lo envió a su esposo para que lo ondeara como estandarte de guerra.

Divorciada y sola

Enrique VIII no estaba contento. Si bien tenían una hija, María, tras seis embarazos perdidos, se cansó de que ella no le diera un heredero varón. Así que se divorció. No obstante, no se libró de Henry, conocido como uno de los hombres más terribles de la historia. En su afán de venganza, se encargó de que los últimos años de vida los viviera aislada.

4. Caroline de Brandeburgo-Ansbach

¿Convertirse en Princesa de Gales? Esto sí que era impensado para Caroline, pues desde los 13 años quedó huérfana. Además, aunque su padre era un aristócrata, realmente no tenía tanta influencia. De hecho, ella no tenía dote. Sin embargo, conquistó al futuro rey George II. ¿Cómo? Tenía belleza, carisma e ingenio, cualidades que todo hombre busca. 

Reina consorte

Finalmente, se convirtió en Princesa de Gales cuando su suegro fue coronado rey tras la muerte de la reina Anne. De esta forma, fue la primera en obtener el título al mismo tiempo que su esposo. Incluso, se convirtió en reina consorte cuando George ascendió al trono.

Es Caroline, no tú

Con el tiempo se dio una relación particular con el pueblo. Según todos los informes, ella era más popular. Incluso, hubo una rima que así lo demostraba: “Puedes pavonearte, elegante George, pero todo será en vano. Sabemos que es Caroline, no tú, quien reina”. Se parece a la historia de Carlos y Diana, ¿no?

5. Augusta de Saxe-Gotha-Altenburgo

Era la esposa de Frederick, hijo de Caroline. Por esto, se convirtió en Princesa de Gales. Dicen los informes de la época que ambas se llevaban muy bien. Sin embargo, agregan que Caroline odiaba a su primogénito. Supuestamente, llegó a decir: Pobre criatura, si me escupiera en la cara, solo me apiadaría de ella por estar bajo la dirección de un tonto. Y lo limpiaría".

Madre de nueve

También, fue otra princesa desafortunada. Embarazada y con ocho hijos, quedó viuda inesperadamente en 1751. Así que quedó dependiendo de su suegro. No obstante, perdió popularidad en la corte, cuando George llegó al trono. Además, muchos criticaban su estilo de crianza.

Princesa jardinera

No obstante, supo dejar huella en la realeza. No se dedicó únicamente a cuidar a sus hijos, también se consagró al desarrollo y la construcción de atracciones en los Jardines de Kew en Londres. Actualmente, todos son Patrimonio de la Humanidad y atraen a millones de turistas. Augusta murió con tan solo 52 años, en 1772, por un cáncer de garganta.

6. Caroline de Brunswick-Wolfenbüttel

Cuando George, de verdad, se quiso casar todo se complicó. Y es que su amada era María Fitzherbert, una mujer católica. Él sabía que estaba prohibido, y aunque recurrió a métodos ilegales, no se lo permitieron. Por esto, tuvo que conseguir a una novia más adecuada: su prima Caroline.

Mal matrimonio

Todo fue un desastre entre ellos. De hecho, supuestamente, cuando la vio por primera vez quedó tan aterrorizado que tuvo que tomarse una copa de brandy. Ojo, ella también lo odiaba. ¿Solución? Para divorciarse, en 1820, George presentó un proyecto de ley llamado: Ley de dolores y sanciones, pero el gobierno lo rechazó. Siguieron juntos hasta que ella murió en 1821.

7. Alexandra de Dinamarca

Es quien ostenta el récord de Princesa de Gales más longeva. Lo consiguió en 1863, cuando se casó con Albert Edward, hijo de la reina Victoria, hasta que se convirtieron en reyes en 1901. Los informes dicen que se caracterizaba por ser vivaz y sociable, dos aspectos que, si bien desaprobaba su suegra, le permitieron ganar mucha popularidad.

Marcando tendencia

De hecho, fue un icono de la belleza a pesar de que tenía varias imperfecciones físicas. Impuso el uso de gargantillas, un elemento que usaba para tapar la cicatriz que tenía en su cuello. Incluso, este fue un complemento de moda imprescindible. Además, aunque cojeaba por una fiebre reumática que sufrió, las damas de clase alta también intentaban imitarla. 

8. Mary de Teck

Era una joven de clase alta que se comprometió, por primera vez, con el hermano del futuro rey George V de Inglaterra. No obstante, el chico murió a una edad muy temprana. Sin embargo, el destino le tenía deparado una vida de realeza. Mary terminó casándose con su cuñado en 1901. Así se convirtió en Princesa de Gales y nueve años después en reina consorte.

Crisis tras crisis

Sin embargo, no todo fue tan sencillo. Su hijo Edward protagonizó la Crisis de Abdicación. Luego de ser coronado en 1936, dejó todo por una amante estadounidense, Wallis Simpson. Hay más. Mary tomó un papel muy importante en la primera y segunda Guerra Mundial al ayudar a liderar a su país.

Abuela y nieta

También, pasó momentos felices. Mantuvo una estrecha relación con la futura Reina Isabel II, quien era su nieta. Por ejemplo, la apoyó fervientemente cuando la joven tuvo que tomar el lugar como monarca del Reino Unido, después del fallecimiento del Rey George VI. Desafortunadamente, murió un par de meses antes de la coronación oficial.

9. Diana Spencer

Es la Princesa de Gales más famosa y querida, incluso después de su muerte. ¡Esto es un hecho! Su historia es tan interesante que hay innumerables libros, películas y programas de televisión que hablan de ella. Veamos. En 1981, se casó con el príncipe Carlos. No obstante, aparentemente tuvo tantas dudas que, de poder elegir, quizás no se habría casado con él.

Triángulo amoroso

Sabía que su esposo amaba a otra mujer, Camilla Parker Bowles. Por esto, aunque tenía prestigio, poder y el título de Princesa de Gales, sabía que no obtendría su amor. De hecho, a pesar de los dos hijos que tuvieron, el matrimonio se deterioró rápidamente.

Concurso de popularidad

¿Sabes que complicó aún más todo? Que era evidente que la gente quería más a Diana que a su esposo, el futuro rey. Esto se evidenció en uno de sus viajes oficiales: la gira que realizaron por Australia, en 1983, cuando las multitudes se abalanzaban sobre ella, dejando atrás a Carlos. Y definitivamente, ningún futuro monarca quiere ser eclipsado por su compañera de vida.

Escándalo y división

Eventualmente, quedó claro que Carlos la engañaba con Camilla. La prensa lo confirmó cuando obtuvieron, por una filtración, una llamada telefónica extremadamente explícita entre los amantes. Así que en 1996 se divorciaron oficialmente. No hubo tiempo para ver qué pasaría con ella, porque un año después, murió en un horrible accidente automovilístico.

Ella continúa sacudiendo a la realeza

Fue imprevisto. Era tan joven que el mundo entero quedó conmocionado. Aun así, nadie esperaba lo que pasaría luego. Gran Bretaña estaba a punto de ver una de las demostraciones de dolor público más grandes de su historia. Millones de personas vieron y asistieron al funeral. De hecho, aunque en ese momento no lo era, la siguen recordando como la princesa de Gales.

10. Camila Parker Bowles

Como era de esperarse, Carlos se casó con Camilla. Para muchos, esto debió ser así desde un principio. Sin embargo, por la naturaleza de los hechos, en ese momento era desesperadamente impopular y vista como una usurpadora. Entonces, aunque técnicamente tenía el derecho de ostentar el título de Princesa de Gales, sabía que hacerlo enojaría aún más al público.

Tensión

Ahora bien, desde la boda esto ha cambiado mucho, aseguró la experta real Marlene Koenig a la revista Town and Country en 2018. Agregó que esto se debe a que Camilla recibió mucho patrocinio e indudablemente a Carlos se le empezó a ver más feliz. No obstante, para liberar tensiones, también decidieron llamarla Duquesa de Cornwall.

Princesa consorte

Incluso, apareció otro debate: ¿Camilla obtendría el título de reina consorte cuando Carlos ascendiera al trono? En 2020, Clarence House tuvo que aclararlo en un comunicado. Dijeron que la intención es que luego de la coronación de Carlos, a ella la reconozcan como Princesa Consorte, una decisión que se anunció por primera vez cuando se iban a casar.

La reina Isabel intervino

Aun así, la reina Isabel tenía algo más para ella, a pesar de la opinión pública. En febrero de 2022, la monarca expresó su deseo de que la gente apoyara a la pareja cuando Carlos se convirtiera en rey. Incluso, señaló que anhelaba que, en ese momento, la comenzaran a llamar como reina consorte.

Reina Camila

Y eso es exactamente lo que sucedió. Tras el fallecimiento de la reina Isabel, en septiembre de 2022, Carlos pasó a ser el rey Carlos III y Camilla su reina consorte. Por supuesto, ahora tiene su propio monograma real: CR por Camilla Regina.

11. Kate Middleton

En los círculos reales también hay personas desagradables. Ellos llamaron burlonamente a Kate como “plebeya”. Lo cierto es que esto no debió ser un insulto. Realmente, su árbol genealógico no está conformado por duques ni duquesas. Por el contrario, ahí conseguirás padres dedicados a labores normales, muchos mineros y trabajadores. De igual forma, ella rio de último, ¿no?

Destino

Si bien, Camilla técnicamente ocupaba el título de Princesa de Gales, todos veían a Kate como la sucesora natural de Diana. En 2010, en una entrevista, Tom Bradby le preguntó sobre esto. No contestó. Intervino William para aclarar que nadie intentaría ocupar el puesto de su madre por su fantástica labor. En cambio, aseguró que su futura esposa también haría un buen trabajo. 

Nueva princesa

De hecho, ha cumplido. No es poca cosa si tomas en cuenta que los medios de comunicación no han pasado nada por alto. La han escudriñado, incesantemente, en su nuevo papel después de la muerte de la Reina. Aun así, ha salido ilesa y ganado elogios por su estilo, capacidad para ganarse a la gente y enfoque cálido para criar a sus hijos, al igual que Diana. 

Liderando conversaciones

Aunque, parece que hay una gran diferencia entre ambas princesas: Kate es feliz con la vida familiar que tiene y el apoyo que le transmite la realeza. El rey Carlos así lo dejó ver durante su primer discurso. Dijo que confiaba en que los nuevos príncipes de Gales sigan inspirando y liderando la representación real. Ahora, esperemos el día en que se convierta en reina consorte.