Nick MacCabe casi pierde el equilibrio durante la captura de un pez enorme

En agosto de 2016, McCabe se desempeñaba como guía de una compañía pesquera que ofrecía paseos por el río Fraser. Ese arroyo, situado en Columbia Británica, tenía fama de albergar peces excepcionalmente grandes. Teniendo eso en mente, el joven pescador permanecía atento mientras llevaba al paseo.

Un día McCabe se juntó con un grupo de amigos con la intención de realizar una hazaña que le permitiera ser reconocido en la localidad. Aunque se esforzaron por encontrar algo significativo, al comienzo no les fue como esperaban. No obstante, su suerte dio un giro importante más tarde.  

Después de ver a lo lejos una posible captura, McCabe se dirigió al sitio acompañado de sus amigos. Tan pronto lo enganchó, el guía libró una legendaria batalla con el enorme pez en su desesperación por atraparlo. Finalmente lo hizo, haciendo realidad un hecho significativo. 

Anualmente, las personas visitan lugares al aire libre con la intención de participar en alguna actividad que las divierta y les permita pasar un rato agradable con amigos y familiares. Ya sea caminar en un ambiente natural o cualquier deporte, esos pasatiempos mantienen unidas a las personas. La pesca deportiva también entra en esa categoría.

Comparada con otros entretenimientos y prácticas deportivas, la pesca genera un efecto relajante. De ahí que muchas veces, los pescadores se quedan contemplando el paisaje mientras consiguen un pez. No obstante, en algunas partes del mundo no siempre es así como, por ejemplo, en este caso.

El río Fraser, en particular, ha sido fuente de actividad pesquera durante los últimos años, donde los turistas han podido batir récords con las especies encontradas. Eso lo pueden testificar Margatet y Michael Snell, una pareja británica que logró una espectacular captura en julio de 2012, la cual resultó ser un descubrimiento importante. 

Sorpresivamente, los Snell pescaron un esturión de gran tamaño, con una longitud de 12 pies. De ese modo, se obtuvo un nuevo récord mundial. Luego de esa hazaña, se hallaron más peces como ese en el río, uno de los cuales ocupó el titular de un medio de comunicación en verano de 2014, debido a que el animal marino pesaba demasiado.

Como regalo del Día del Padre, un hombre llamado Paul Jarvis, invitó a su papá a pescar en el río Fraser. Viajaron desde la ciudad de Georgia, Atlanta, hasta la Columbia Británica para vivir esa experiencia. Aunque el hijo conocía algo de lo sucedido en ese lugar, nunca imaginó lo que ambos vivirían estando allí.

Estando en el río con su padre Ron, Jarvis sintió que un pez había mordido el anzuelo. Pronto, advirtió que no era una captura cualquiera. Según le contó al diario británico Daily Mail en 2014, en los primeros instantes que lo tuvo en el sedal, no podía creer lo pesado y potente que era el ejemplar. 

Jarvis explicó que a pesar de ser un hombre grande, prácticamente no podía sostener la caña. Su padre tuvo que ayudarlo a hidratarse con agua y sujetar tanto su cinturón como el arnés, mientras batallaba con el pez. Al verlo salir del agua, se dio cuenta de que era inmenso. 

Finalmente, a él y a sus guías les llevó más de una hora girar el carrete y aquella captura terminó en una imagen impactante. Luego, padre e hijo se dejaron fotografiar con el esturión en sus manos. Pero medía menos que el capturado por el ganador del récord mundial.  

El tamaño de este ejemplar era de 11 pies y pesaba aproximadamente 900 libras, lo que dejó a Jarvis muy impresionado. Comentó al periódico británico que estaba seguro de que el viaje sería divertido, pero jamás pensó que pescarían un pez tan pesado. Después de registrar los números, se etiquetó al animal antes de devolverlo al agua.

Esos animales son especies protegidas y, por esa razón, la Sociedad de Conservación del Esturión del Río Fraser las vigila para asegurar su supervivencia. La organización lleva a cabo esa labor desde 1997. Uno de sus integrantes explicó en qué consiste el trabajo que realizan para protegerlas.

En agosto de 2016, Sara Schreier informó a la corporación canadiense CBC News, que en casi dos décadas han recolectado más de 130 muestras e implantado más de 64 mil etiquetas. Ese muestreo tan grande, les permite hacer investigaciones confiables e informes muy convincentes en cuanto a la estimación de la población en el área de estudio.

En vista de lo difícil que es capturar y marcar a un esturión de grandes dimensiones, las compañías pesqueras de la localidad colaboran con la organización. River Monster Adventures es una de ellas. Su propietario, Jeff Grimolfson, la fundó en 2011 y desde entonces ha ofrecido incontables recorridos a quienes la visitan con la intención de pescar una criatura gigante.

Entretanto, la empresa reveló a través de su sitio web información sobre Grimolfson, quien proviene de una familia de pescadores comerciales. La primera vez que este experto pisó un bote pesquero fue a los dos años y desde entonces no ha abandonado el agua, motivo por el que la pesca le resulta familiar. 

Según la página web, su abuelo Olie, era el dueño de una granja situada en la isla Hecla, en el lago Winnipeg. Jeff se interesó mucho en la historia de la actividad pesquera, tanto comercial como deportiva de la empresa. De ahí que siempre estuvo en los barcos ganándose la vida de esa manera, igual que lo hizo su progenitor. 

Sin embargo, Grimolfson varió su rutina en 2005 cuando capturó su primer esturión en la Columbia Británica. A partir de ese momento y por más de 10 años, visitó con más periodicidad el río, para buscar peces enormes. Con el pasar de los años, el dueño de River Monster Adventures se asoció con alguien más de ideas parecidas.

El portal reveló que la socia de Jeft es una mujer llamada Jen Sharesky, quien después de un solo viaje quedó fascinada por el increíble tamaño y la lucha feroz que exige pescar una de esas especies de monstruos prehistóricos. De hecho, ha atrapado varios por sí misma en el transcurso de los años. Tales revelaciones aclararon algunas dudas a los lectores.

En efecto, el sitio web reafirmó la postura de la Sociedad de Conservación del Esturión, al contar lo que pasa una vez que se capturan. Tanto Jen como Jeft saben cómo hacerlo de forma segura, y cada ejemplar es liberado cuidadosamente. Posteriormente, cada pez se registra en el sistema de la organización y en el del Distrito de Columbia Británica.

Cinco años después del nacimiento de River Monster Adventures, el joven Nick McCabe se incorporó a la empresa. Debutó como guía en el verano de 2016, conduciendo a los visitantes por el río Fraser. Ninguno de los presentes imaginó lo que eventualmente ocurriría durante aquella temporada.

Al principio de esta historia comentamos que McCabe y sus amigos se embarcaron en el bote en agosto de 2016. El adolescente tenía la esperanza de encontrar en el río una espectacular captura. Pero sus planes no parecían marchar como deseaba. Sin signos de que ocurriera algo bueno, el grupo estaba a punto de concluir el recorrido.

En aquella oportunidad, McCabe conversó con CBC News, recordando que habían pasado el día entero intentando pescar algo de buen tamaño para sus amistades. Luego, al cambiar de ubicación, sucedió al instante.

McCabe halló lo que tanto buscaba, una gigantesca criatura que saltó directamente del agua. El guía dijo que parecía un pez de 10 pies, por lo que se preparó para la batalla. Aunque en principio pensó que tardaría dos horas, duró 15 minutos más de lo calculado. 

Luego de lograr que el pez mordiera el anzuelo, se produjo una feroz pelea en la que sus amigos también participaron. Puesto que McCabe prefería una línea corta, la situación se volvió más complicada. Fue necesario permanecer juntos y cerca del blanco potencial en todo momento.

El guía explicó a la productora de noticias CBC que por un momento el pez se dirigió río arriba y él lo siguió con su bote contra la corriente. Era necesario imitarlo porque al ser tan grande podía romper la línea de pesca. A pesar de los obstáculos, el grupo consiguió atraparlo, pero sin darse cuenta del tipo de especie que era, a decir verdad, más exclusiva que el resto. 

Ciertamente, lo que McCabe y sus amigos capturaron fue un esturión conocido como “Nariz de Cerdo”. El nombre hace referencia a su aspecto de hocico rosado, muy distinto al de los otros peces. Incluso, antes de ser capturado, ya había adquirido fama porque durante las últimas cuatro décadas ningún pescador de la zona consiguió hacerlo.

Aunque seguramente alguien lo capturó en el pasado y lo etiquetó con ese nombre, se cree que el adolescente fue el primer pescador en lograr la hazaña. Asimismo, se estima que ese esturión gigantesco puede tener más de 80 años de vida y que posee una longitud superior a los 10 pies.

En cuanto a su peso, se calcula que es de aproximadamente 650 libras. A raíz de la captura realizada por McCabe, el dueño de la empresa pesquera siguió suministrando información a Global News acerca de esa especie marina. Según les contó, hace 40 años se lesionó la nariz y de ahí proviene el nombre de “Nariz de Cerdo”.

El hombre señaló que una vez se le curó la nariz y quedó similar a la de un cerdo. Mientras la leyenda se mantiene viva, el pez sigue el lema de conversación en los establecimientos de artículos deportivos. Por lo tanto, no es una novedad escuchar a alguien diciendo que su amigo estaba convencido de tenerlo en su línea de pesca.

Entretanto, McCabe explicó a CBC News lo que hizo luego de atrapar a la leyenda local. Dijo que le entregaron un kit de etiquetaje con microchips. Desde entonces, cada vez que atrapa un pescado, lo escanea completamente para comprobar si anteriormente fue capturado. Si se trata de una nueva captura, mide tanto la circunferencia como la longitud, y procede a registrarla. En caso de ser la primera vez, coloca el microchip.

Con respecto a Nariz de Cerdo, la información de la etiqueta anterior reveló que aún estaba aumentando de tamaño. Además, el joven señaló que gozaba de buena salud antes de fotografiarse con él en el río. River Monster Adventures compartió posteriormente dichas imágenes en la red social Facebook.

Las fotografías llamaron poderosamente la atención cuando la gente se acercó en masa para observar la evidencia de la captura. La publicación en Facebook obtuvo más de mil likes y 670 acciones. Por si fuera poco, suscitó más de 300 comentarios. 

McCabe se ganó también la admiración de su jefe, quien no dejó de elogiar al guía. Nariz de Cerdo no fue la única pesca apreciable que hizo este verano. Pero, lo que más impresionó al dueño de la compañía pesquera fue el esfuerzo y la determinación que mostró el joven en el agua.

Incluso, le dijo a Global News que el desempeño del muchacho estuvo muy bien toda la temporada. Dos semanas atrás atrapó otro pez grande tras verlo saltar fuera del agua. Lo intentó durante cuatro días en el mismo lugar hasta que lo logró, por lo que en su opinión era un “susurrador de esturiones”.

Este relato dio un viraje sospechoso en 2017. Aproximadamente un año después de que su nombre fuera parte de la cultura local, McCabe regresó al río Fraser. Estando allí notó algo familiar en el agua que lo llevó a actuar por impulso. Como verás a continuación, parecía un encuentro destinado.

Ciertamente, volvió a ver a Nariz de Cerdo antes de ir detrás de él por segunda vez. En esta ocasión, el guía que ahora tenía 20 años de edad resultó victorioso de nuevo. Luego de la foto de rigor, el trabajador de River Monster Adventures, quien parecía muy encariñado con su enorme amigo, dejó que se fuera.

Tras ese segundo encuentro, en octubre de 2017, el pescador conversó nuevamente con CBS News para explicar lo sucedido. A diferencia del primer intento, tardó alrededor de una hora en atraparlo. Expresó que, aunque no se trata del pez más grande del río, es un animal muy especial para los lugareños.

Tenía la corazonada de que era Nariz de Cerdo. No solamente por la época del año sino por la manera como se desenvolvió en el agua. Una vez que llegaron a la orilla pensó que ese pez era bastante conocido. McCabe dijo que a pesar de haber sobrevivido a dos guerras mundiales y ser tan viejo, continúa subiendo de peso, por lo que es estupendo verlo.