¿Jets privados y superyates? Estas celebridades gastaron millones de dólares y disfrutan su vida

Es uno de los directores más aclamados de Hollywood. Jaws y Jurassic Park son dos de las cintas más reconocidas de su repertorio. También, es uno de los cineastas más ricos. El Seven Seas de $200 millones es su superyate. Tiene dos salas de cine, una piscina infinita, gimnasio, helipuerto y spa. Además, una pared de vidrio de 150 pies, que también usan como pantalla. 

En 2019, la presentadora y multimillonaria Oprah Winfrey conversó con Vogue sobre su “mayor lujo”: un jet privado de $25 millones. Admitió que lo adquirió por necesidad, ya que su fama hizo que los vuelos comerciales se convirtieran en auténticos caos. Tomó la decisión después de una experiencia que vivió en 1991, en el Aeropuerto Internacional O'Hare de Chicago. 

¿Alquilar yates? La superestrella del tenis se cansó de esto en 2019. Así que decidió comprar uno, diseñado, especialmente, para navegar alrededor de su isla natal, Mallorca. Para ello, hizo negocios con la compañía polaca Sunreef Yachts, por un enorme barco de 78 pies. 

Para imitar los gestos de amor de Beyoncé, debes tener unos $40 millones en el bolsillo. Esta es la cantidad que gastó en el The Bombardier Challenger 850, que le regaló a su esposo, Jay-Z. Un avión privado que tiene capacidad para 19 pasajeros y que cuenta con un dormitorio, una cocina, dos baños y una sala de estar. 

En 2008, el guitarrista de U2, The Edge se compró un superyate de $15,4 millones. La cifra no fue lo único que dejó a todos sorprendidos. Resulta que antes de que la noticia se conociera, todos especulaban en que la adquisición la había hecho el líder de la banda, Bono. Pues, estaban  equivocados. Dijo a Irish Independent que su compañero no sabía nada de barcos. 

Esta superestrella de fútbol no teme mostrar su riqueza ni gastarla. Por esto, en enero de 2018, adquirió por $36 millones el Gulfstream G650, el jet privado más costoso de cualquier jugador. Con una capacidad para 20 personas y la fuerza de alcanzar velocidades de más de 600 mph, decidió recuperar su inversión. ¿Cómo? Alquilándolo por unos 7.000 dólares la hora.

¿Compartir yate con tu pareja? Mariah Carey nunca estuvo de acuerdo con esto porque cada uno debía tener lo suyo, le dijo una vez a Entertainment Tonight. Entonces, mientras que James Packer eligió un buen ejemplar, ella compró el enorme Capri de 192 pies. De esta manera, no tuvo que renunciar a la vida en el mar, después de que se separó en 2016. 

Hablemos de un verdadero fanático de los superyates: Billy Joel. Fue dueño de un gran grupo de embarcaciones. Pero, no le bastó. Para surcar aguas abiertas decidió recurrir, en 2005, al diseñador Doug Zurn y crear su propia invención inspirada en la década de 1920. El barco final combinó la estética de la época con la tecnología moderna. Lo llamó Vendetta.

Pertenece a la élite de los jugadores de baloncesto con mayores ingresos del mundo y es considerado como el mejor. ¿Te extraña que tenga su propio jet privado? Es el Gulfstream G280 en el que gastó alrededor de $22 millones. ¡Gracias a su sólida carrera y a los acuerdos de patrocinio, ha podido construir un patrimonio neto de $450 millones.

¡Un jet privado para uno de los mejores jugadores de tenis del mundo! ¡Listo el pedido! Este es uno de los lujos que se puede permitir, después de haber ganado tantos títulos. Entre ellos, tiene el mayor número de títulos masculinos de Wimbledon y el total más alto de semanas sucesivas en la cima de la clasificación ATP. Además, varios acuerdos lucrativos de marketing. 

Fue un luchador icónico de la WWE, durante los años 90. Ahora, gestiona talentos, tiene su propio proyecto NXT, hace tareas de relaciones públicas y, junto a su esposa Stephanie McMahon, posee una participación mayoritaria en WWE. Entonces, ¿Viaja mucho? Sí y lo hace con estilo encima del Bombardier Global 5000, un jet privado valorado en unos $27 millones.

¿Mantener una marca personal? Si alguien lo puede hacer es la leyenda del baloncesto, Michael Jordan. Se compró un enorme crucero que se cree cuesta $840.000 por semana para navegar. Y le sumó un yate de pesca deportiva de 80 pies de $8 millones que decoró para complementar su avión privado. Se llama Catch 23, un juego de palabras con su icónico número de camiseta. 

En 2020 fue el actor de Hollywood con mayores ingresos. Tiene otro récord: posee uno de los jets privados más caros y, según él, más rápidos del mundo: Gulfstream G650. ¿Precio? Alrededor de $65 millones. Si tuviéramos su fortuna, tampoco querríamos pasar la mitad de nuestras vidas en los  aeropuertos, ¿cierto?

Siendo uno de los atletas más rentables de la historia, es normal que no haya escatimado ni un centavo en su jet privado. Aparentemente, su Gulfstream G550 vale alrededor de $54 millones. Los vale, si de verdad cumple lo que dicen: recorre 7500 millas sin detenerse. Nos queda claro que así como pocos pueden igualar su legado, hacerlo con esta compra también se complica. 

Bill Gates, cofundador de Microsoft, destina una buena porción de su riqueza a organizaciones benéficas, sin olvidar la contundente cantidad que dedica a sus lujos. Según Bloomberg, es una de las personas más ricas del mundo con un patrimonio neto de unos $116 mil millones. Por esto, gastó $19.5 millones en su jet personal Bombardier BD-700 Global Express.

La leyenda de la moda optó por un excéntrico superyate de 213 pies y capacidad para 14 tripulantes. Es verde oscuro por fuera, como pocas embarcaciones de lujo. ¿El objetivo? Que pase desapercibido en el océano. En el interior no es menos deslumbrante, ofrece habitaciones para hasta 12 personas y cuenta con vistas panorámicas completas. 

Según algunos informes, en la década del 2000 el actor atravesó una etapa de gastos compulsivos. Adquirió cuatro yates y el Sarita era el más querido. Lo entendemos, porque incluía un comedor al aire libre, un gimnasio y alojamiento para 12 invitados. No obstante, la aventura no duró, en 2008 tuvo que deshacerse de él para pagar sus facturas de impuestos.

En 2004, luego de que su hijo mayor, Maddox expresara su interés por la aviación, la actriz decidió obtener la licencia para volar una de estas máquinas. Así que no solo tiene uno privado, aproximadamente gastó $300.000 por el muy sensato Cirrus SR22-G2. El jet está repleto de características de seguridad, incluido un paracaídas incorporado. 

Tras adquirir una isla en las Bahamas, en 2007 el actor compró la Vajoliroja para navegar hasta allá. Un paso lógico, ¿no? Después, según varios informes, renovó el barco con un estilo Art Deco por $6,5 millones, y en 2009 recuperó la inversión, cuando se lo vendió a la autora JK Rowling por $26 millones. 

Que los aficionados decidan si es mejor en la cancha que Cristiano Ronaldo. No obstante, hay algo en lo que se quedó atrás, los casi $32 millones que gastó en su Embraer Legacy 650, un lujoso jet que alcanza una velocidad máxima de 528 mph. De todas formas, el capital argentino no viajará solo, 14 personas lo pueden acompañar con más de 1.000 kg de equipaje. 

¿Isla privada y yate? Gran combinación. En 2009, el multimillonario sumó a su catálogo de lujos, al catamarán Necker Belle. Hay más, le puso Lady Barbaretta, igual que su resort playero. En esos años, renovó el interior del barco y lo alquiló por la modesta suma de $60.000 por semana. Luego, en 2014, lo puso a la venta y cuatro años después le dieron 3 millones de dólares. 

¿Vuelos comerciales? No es justo que una de las cantantes más ricas del planeta pase por esto. Con esto en mente, en 2011 no dudó en comprar el Dassault-Breguet Mystère-Falcon 900, un jet privado de $40 millones. De hecho, lo personalizó con una calcomanía que tiene su número de la suerte: el 13. 

En julio de 2019, el actor quiso modernizar su embarcación. Tenía un yate de 125 pies y compró uno de 152, tres pisos y motores diesel gemelos, que cuentan con velocidad y potencia en abundancia. ¿Miedo al mar agitado? Los invitados no tendrán que preocuparse por esto. Menos por la decoración moderna y minimalista que eligieron para el exterior e interior de la nave. 

El rapero Sean “P. Diddy” Combs y el ex CEO de Google, Eric Schmidt, hicieron un gran negocio. El cantante le dio aproximadamente $72 millones por Oasis, un enorme yate de 195 pies. Con el estrambótico ejemplar en manos, la estrella hizo los cambios pertinentes para  organizar innumerables fiestas en el propio club nocturno de la embarcación marítima.

Conor McGregor es recordado por perder, en 2017, su pelea contra Floyd Mayweather. Sin embargo, ha hecho otras cosas increíbles, como gastar, unos años antes, $25 millones en su propio jet privado "Notorious Airways". Afortunadamente, hemos sido testigos de sus aventuras a bordo del avión en el que caben, además de los pilotos y la tripulación, más de 30 pasajeros. 

El diseñador de moda italiano eligió un hermoso yate, totalmente, negro y diminuto para pasar sus vacaciones. Dicen que, incluso si Batman tuviera un Bat-yate, probablemente se vería así. Sin dudas, el bote está hecho a la medida del sastre y sus intereses. 

¿Quién abandona un superyate color champán de 150 pies y $3.2 millones? Solo una superestrella como Nicole Kidman. En 2008, la actriz dejó su Hokulani, como su nombre de nacimiento hawaiano, varado en un complejo de apartamentos de Sydney hasta septiembre de 2019, cuando finalmente salió al mercado por una tarifa no revelada.

Con su jet privado, la estrella de la NBA ha dado cátedra de cómo mantener viva su marca personal. Originalmente, el G550 estaba cubierto de blanco y azul y, en 2017, decidió hacerle un cambio drástico. Lo pintó para que se pareciera a una de sus zapatillas Air Jordan. Además, le mandó a colocar el icónico logotipo de Jumpman. ¿El precio? No lo sabemos.

El fundador de DreamWorks compró en 2010 un barco diseñado originalmente para el empresario Larry Ellison. El barco de 454 pies costó $590 millones. ¿Recuperar la inversión? Para qué si el magnate del entretenimiento lo ha utilizado para recibir a muchas celebridades, como Barack y Michelle Obama, Leonardo DiCaprio, Oprah Winfrey y Jeff Bezos. 

Después de dejar el baloncesto, el ex base de los Lakers se compró el Gulfstream G-III por $40 millones. A bordo vendió su participación en los Lakers y, como presidente de operaciones de baloncesto del equipo, trasladó a varios jugadores mientras organizaba los cambios. N32MJ es el serial de la cola del avión, en honor a su número de camiseta e iniciales de su nombre. 

Calvin Klein is one of the wealthiest fashion designers in the world, and his yacht perfectly mirrors his own tastes. The vessel’s six cabins are elegant and opulent, and its double decks serve two purposes. One offers private views across the ocean, while the other has been built to host lavish parties – just like the one Klein held on Cannes Film Festival’s opening night in 2011.

Con el Bombardier Challenger 350, de $24 millones, la estrella del fútbol ha demostrado sus capacidades de crecimiento. Tras su jubilación del deporte rey, aumentó su fortuna de $450 millones. Lo ha hecho gracias a su empresa DB Ventures Limited. De hecho, el avión es una muestra de esto. Es un jet de negocios muy popular que tiene capacidad para ocho personas. 

Desde 2018 tiene la oportunidad de navegar por los océanos, con hasta 12 invitados a bordo de su yate de $8 millones. Para el ex All-Star de la NBA esta cantidad no debió ser un problema, porque sin duda es una pequeña fracción de todo lo que se ganó durante su carrera. En el barco pueden disfrutar de una maravillosa plataforma de natación y un gran club de playa. 

La superestrella del boxeo es un verdadero coleccionista de aviones privados. El AirMayweather" es su tercer jet. Lo compró en 2018 y nadie duda de que sea suyo. Por una parte, está adornado con un enorme TMT "The Money Team", su marca. Y, por otra, para que nadie olvide su récord invicto, bordó al uniforme de su tripulación un "50-0". 

Desde el 2004 el campeón de golf ha mantenido su superyate de $20 millones. Se llama Privacy. ¿Cambiarlo? No es opción. De cualquier modo, Oprah Winfrey, Bill Gates y Michael Jordan han sido testigo de cuánto se disfruta en sus instalaciones. Tiene un gimnasio, una sala de cine y un jacuzzi. 

Si algo nos ha quedado claro es que al boxeador y político no le gusta pasar desapercibido. Quizás está acostumbrado al reconocimiento, gracias a los campeonatos que obtuvo en ocho divisiones distintas del deporte. Incluso, algunos informes dicen que optará a la presidencia de su país. Todo esto se refleja en su jet privado, pues tiene estampado su nombre y rostro. 

Después de que en 2015, la cantante y su esposo alquilaran el gigantesco Galactica Star, lo recibió como regalo en su cumpleaños número 32. ¿El precio? $70 millones. Parece que en esa primera oportunidad la familia se divirtió a gran escala, ¿no? Y es que tiene tres cubiertas superiores, jacuzzi, piscina con fondo de cristal, club de playa, sauna y un bar. 

Todas las Kardashian tienen sus jets privados. El de Kim es el Boeing 747, un impresionante avión de gran tamaño, compuesto por varios salones, baños en suite e incluso una cama adecuada. Seguramente, esto no te sorprende. Lo realmente raro sería verlas haciendo fila en el aeropuerto. 

Para pasar unas agradables vacaciones por el mediterráneo, el guitarrista alquiló, en 2005, un yate de lujo, el Va Bene. Se enamoró, así que decidió comprarlo. A bordo vivió otras experiencias e incluyó obras de arte. Luego, en 2018, todo terminó, como cualquier relación y lo vendió.

Es uno de los deportistas más adinerados, pero aun así no pudo evitar verse envuelto en problemas fiscales, en 2013. ¿El motivo? Su jet privado Bombardier de $21 millones. Dicen que para comprarlo y no pagar los impuestos europeos, el corredor utilizó empresas ficticias para eludir los pagos cuando lo importó a Inglaterra desde Canadá. Al final, logró ahorrarse $4 millones.